INTELIGENCIA NATURAL
Ideas y camisetas de rabiosa humanidad
MANIFIESTO FUNDACIONAL.
Inteligencia Natural nace en mitad de una búsqueda. Una búsqueda de trabajo y de sentido.
En los últimos cuatro meses me he presentado a decenas de ofertas de trabajo, he investigado a muchas empresas y he leído cientos de posts en Linkedin. Y todo tiene un punto en común: la Inteligencia Artificial.
Prácticamente todo está creado por inteligencia artificial o habla de inteligencia artificial.
Los posts personales, las ofertas de trabajo, las respuestas a las candidaturas, el copy de las webs, las soluciones de las empresas, las descripciones de producto… Incluso las ideas parecen generadas por defecto, como pasadas por la misma trituradora creativa.
Todo suena igual. Ya no hay voces como las de Tom Waits.
Pero eso no es todo.
Cuando tengo un problema con mi banco, o con mi seguro, o mi tren se retrasa, me veo obligada a hablar con inteligencias artificiales. Perder mi tiempo entrenando IAs se ha convertido en el modelo de ahorro de las empresas. Porque, para ellos, automatizar es más rentable que atender al cliente. Atenderlo de verdad, quiero decir.
Esta manera de relacionarse con las personas — deseperando a clientes que necesitan ayuda y prescindiendo de empleados— dice mucho más sobre estas empresas que todas las chorradas huecas que una IA les haya podido escribir para su «misión, visión y valores».
En ese contexto, mi hija de 7 años le pregunta a ChatGPT cómo se inventó la comida. Solo hacen falta veinte minutos de conversación para que mi hija acabe diciéndole que es su mejor amiga.
Y para rematar, ya no sé si lo que veo en Internet es real o lo ha creado una IA. Vídeos súper realistas de sucesos que no han ocurrido con personas que no estaban allí…
¿Qué podemos hacer? ¿Dónde vamos a parar?
La verdad es que no tengo la respuesta. Creo que ni siquiera los que están generando este nuevo paradigma tecnológico, económico y cultural la tienen. Y mentiría si dijera que no me perturba dudar de si mi hija llegará a vivir mejor que yo.
Pero el objetivo de este proyecto no es avisar de que viene el lobo. Pienso que la IA ya se ha convertido en una commodity y que rajar de ella es como ponerse a rajar del sistema eléctrico o de Internet.
Lo que pretendo con Inteligencia Natural es, simplemente, recordar y reivindicar lo que hemos sido capaces de crear antes de la IA. Nuestras ideas. Nuestra ciencia. Nuestros descubrimientos y errores. El arte y los vínculos. Y hacerlo en comunidad —contigo, si quieres— con un enfoque sereno, optimista y hermoso.
Pensé en camisetas porque son visibles, compartidas y virales en sí mismas.
Porque me emocionaba la idea de imaginar a alguien paseando por la calle con una puesta y que otra persona la viera y le resonara.
Porque me gustaría que llevar una de ellas fuera como un lenguaje privado y secreto que solo unos pocos entienden.
Un «Yo también te entiendo».
Un «Me agota lo artificial».
Un «Yo también valoro lo humano».
Inteligencia Natural es una declaración, una manera de pensar. Una forma de posicionarse en este nuevo mundo tan extraño y fascinante que ya nos ha adelantado por la derecha.
Un canto a todo que no se puede predecir ni replicar porque es contradictorio y misterioso; calentito como una piel bronceada en una playa solitaria… Todo eso que es solo nuestro y que no queremos que nos arrebate una IA.
Este proyecto no viene con grandes promesas—es solo una semilla, una reivindicación. El deseo de construir, poco a poco, una comunidad real de personas auténticas. Sin automatizaciones, ni optimizaciones, sino con presencia y consciencia.
Espero que te guste. Y ojalá quieras formar parte de ella.
Gracias por estar,
Angels